martes, 4 de febrero de 2014

La construcción del Yo Femenino en el BDSM



Las mujeres somos constantemente bombardeadas por mensajes e imágenes que nos quieren imponer modas, estilos, tipo de cuerpo y en ocasiones hasta formas de pensar y actuar.

Dentro del BDSM no escapamos de esto.  Diariamente podemos observar bellas imágenes de sumisas y Amas perfectas, sin un gramo de más, sin celulitis,  altísimas, con dientes perfectos y pies de ensueño.

Este tipo de imágenes marcan pautas muy altas en cuanto a físicos se refiere, que poco o nada tienen que ver con la realidad. Que sumado a innumerables vídeos en donde las sumisas y las amas se muestran y actúan de ciertas formas y miles de sumis@s y am@s que nos tratan de obligar, sutilmente, a portarnos de una manera estandarizada, tratan de encasillarnos, de sujetarnos y de decirnos como debemos de vernos y comportarnos.

Ahora, si bien es cierto que buena parte del imaginario colectivo nos presiona para portarnos y vernos de una forma.  Es realmente grave que entre las mismas mujeres que estamos dentro del BDSM se originen comentarios de crítica hacia como se ve una sumisa o una Ama. Una vez más queremos encasillarnos a nosotras mismas en el "como deberían de verse".

Nos olvidamos que la mayoría de las mujeres que entran a este mundo pasan primero con una dura conciliación consigo mismas para aceptar estos gustos y luego para hacer realidad estas prácticas, cosa aún más difícil si no entran en el estándar de belleza. 

A lo largo de mi vida dentro del BDSM me he encontrado con mujeres que no se atreven a ir a las reuniones de los grupos porque son gordas, chaparras, altas, guapas y feas que piensan que  "estas características", acuñadas por ellas mismas,  son indicativos de la doma que pueden dar o lo entregadas que puedan ser y en la construcción de su yo dentro del BDSM de pronto se encuentran perdidas por que no entran en el estándar de lo que les dicen deben ser.

Nos encontramos entonces a las sumisas al punto del llanto porque ya un "amo" les dijo que no son sumisas porque no les hablan de usted o por que no se quedan calladas y expresan sus opiniones o porque simplemente son demasiado alegres y las sumisas no deben de ser así, o simplemente por que vieron en un video que una sumisa gemía un aw! Aw! Aw! Y ella gime un ou! Ou! Ou!.  Y es entonces cuando confundidas se comienzan a preguntar si realmente son sumisas, las hacen dudar.

Y las chicas dominantes no se quedan atrás, la Domina de pronto se encuentra con que debe de estar enfundada siempre en látex y cuidado se atreva a usar jeans y tenis, porque entonces no es Ama, debe también hablarle a los sumisos siempre con desprecio y hasta con groserías para mostrar quien es el ama, porque si no le habla así a los sumisos no la toman en serio.

Pareciera en ambos casos que si la mujer sale del imaginario colectivo BDSM no es una "jugadora" sería y por lo tanto no es acreedora a ser tomada en cuenta. Triste, pero es una realidad que la mayoría de las mujeres que estamos en el BDSM enfrentamos alguna vez.

Por desgracia creo que buena parte es culpa de nosotras mismas y es una culpa que arrastramos también en la vida vainilla,  a las mujeres nos enseñan a estar siempre dispuestas y a que debemos entrar en "el deber ser" para que seamos buenas mujeres independientemente de que seamos amas o sumisas. Nos olvidamos que debemos ser nosotras mismas y no  construirnos basándonos en un imaginario colectivo.  Cuando nuestra construcción debería basarse en lo que nos gusta y en lo que nos hace feliz, no en lo que hace feliz a otros (En todos los aspectos).

Si no estamos a gusto con nosotras mismas y sólo buscamos satisfacer lo que esperan otros de nosotros, estamos jodidas.  No llegaremos ni siquiera a rozar un poco la felicidad.

Creo que la construcción de su nuestro yo dentro del BDSM debe de hacerse antes de comenzar cualquier relación y no me refiero solo a estar a gusto con nuestros propios físicos,  si no a estar contentas con nuestra persona.  No deberíamos de esperar que otra persona nos construya, porque en la misma manera que nos pueden "construir", de la misma forma nos pueden destruir.  Si llegamos construidas a una relación BDSM, será muy difícil que caigamos en relaciones de abuso y maltrato. 

Si somos sumisas y llegamos construidas a la relación podremos pulir nuestra persona tomando lo que más nos convenga de las enseñanzas y guía de un Am@, pero no dejándole toda la tarea.

En ambos casos, tanto sumisas como dominas, tenemos que entender que podemos ser alegres o solemnes, divertidas o serías, estrictas o relajadas.  Debemos de estar seguras de cómo somos y quiénes somos y no dejar que otros nos digan cómo debe ser nuestra Doma o sumisión.  Debemos fortalecernos, querernos, sentirnos a gusto con nosotras mismas y construirnos y reconstruirnos las veces que sea necesario, sin olvidar que esta búsqueda está íntimamente ligada a la confianza y al crecimiento personal y que es nuestra tarea y no la de alguien más.


 


 



No hay comentarios: