miércoles, 6 de febrero de 2013

Delinearte con la luz de la mañana...

Relato escrito en México DF el 18 de Agosto de 2004

Son las seis de la mañana, los primeros rayos del sol comienzan a filtrarse por entre las gruesas cortinas. Abro los ojos y observo los objetos regados por la habitación, me topo con el cinturón de cuero negro que doblado amenaza con resbalar por el tocador. Cierro los ojos y me recuerdo inclinada sobre ese mismo tocador, tu parado detrás mío te reflejas en el enorme espejo que esta frente a nosotros.. no quiero levantar la cara para observarte, me siento demasiado vulnerable, se bien lo que me espera, lo tengo ganado por mis faltas en la semana, tengo miedo, no se que sentiré... será la primera vez que alguien me azote, pero tengo confianza, se que no me lastimaras solo corregirás mis errores. De pronto el silencio se rompe con el sonido del primer azote.

¿Sabes que lo mereces no es así?

Asiento con la cabeza y otro azote me recorre.

Me ordenas que los cuente, yo comienzo a hacerlo, apenas termino de pronunciar el numero y el cinturón se estrella en mi, imagino las líneas dibujadas en la piel de mis nalgas, el castigo termina. Te acercas a mi y me acaricias la cabeza,

Espero que hayas aprendido tu lección.

Me tomas de la barbilla y me besas la frente. Tengo la cabeza baja, me ordenas que te mire, alzo la cara para observarte y siento que el calor recorre mis mejillas cuando me pierdo en tus ojos obscuros, me excita demasiado verte así, en esa actitud, seguro, dominante... Amo. De pronto siento el roce del cinturón alrededor de mi cuello, lo ajustas como collar con correa integrada y tomándolo por el extremo me conduces hacia la cama. Me acuestas en ella subes mis manos y retirando el cinturón de mi cuello lo ajustas en mis muñecas atando el otro extremo a la cabecera, separas mis piernas y las inmovilizas atándolas a los extremos de la cama.

Tus manos comienzan a recorrer mi cuerpo apenas rozándolo, Tus dedos se deslizan comenzando por mi cara, recorriendo mis párpados, mi nariz, mis labios, cuando llegas a mi mejilla levanto un poco la cabeza para quedarme con esa caricia que tanto me gusta. No te detienes ahí, sigues recorriendo mi cuerpo, al llegar a mis pezones los recorres tocándolos lentamente alrededor y presionándolos un poco. Después diriges tus manos al interior de mis muslos en donde se pierden completamente. Un hormigueo me recorre el cuerpo, mi piel encendida te reclama. Deseo abrazarte, trato de soltarme y tu mirándome a los ojos me dices que aun no, me impaciento, por favor.. te suplico.. como respuesta me besas en los labios y colocas tu cuerpo desnudo sobre el mío. Siento como tu calor me envuelve, te siento, mi humedad comienza a envolverte conforme vas entrando, tus manos presionan mis pechos y los estrujan suavemente, tu boca se funde con la mía y tu lengua recorre mis labios, trato de moverme para invitarte a entrar completamente en mi pero las cuerdas atadas a mis tobillos lo impiden.

Te detienes y mirándome a los ojos te pasas a un lado mío, me quitas las cuerdas de los tobillos y me desamarras las manos, me quiero incorporar necesito tocarte pero tu mano me detiene.

T O C A T E

Te miro por un momento a los ojos y bajo la mirada.

¿Tocarme delante de ti?.

Cierro los ojos intentando imaginar que no estas ahí. Conduzco mis manos hacia mi cuello y con la punta de los dedos apenas comienzo a tocar la piel, bajo las manos hacia mis pechos y los toco ligeramente contorneando su forma y llegando a los pezones que se encuentran ya duros, los presiono ligeramente, siento tu mano que comienza a acariciarme la cabeza, eso me hace recordar que estas ahí. y que no soy dueña de la situación, me detengo un momento tratando de formarme la imagen de tu rostro al observarme.. Sigue.. me ordenas.. Dejo una de mis manos en mis pechos mientras que la otra baja a mis piernas. Las separo ligeramente y mis dedos comienzan a explorar mi vientre bajando y acariciando los vellos que velan mi entrada, separo un poco los labios y me acaricio tocando ligeramente mi clítoris, comienzo a rozarlo haciendo círculos pequeños sobre el, los demás dedos comienzan a humedecerse a medida que van entrando, me estremezco un poco y se me escapa un suspiro. Siento tu mano acariciando mi cabello y tu voz casi en un susurro me ordena seguir... terminar. Incremento un poco la velocidad de mis manos, los gemidos se escapan incontrolables de mi boca cuando caigo en un estado de inconciencia en el que todo se vuelve negro y los sentidos se desconectan. Es un momento que solo es mío...Suspiro

¿Estas bien amor? Me preguntas.

Abro los ojos y me encuentro con tu cuerpo delineado por la luz de la mañana.

Me sonríes.

Desde que te tengo estoy bien.

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